-
Arquitectos: Wrzeszcz Architekci
- Área: 270 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Przemyslaw Turlej
-
Proveedores: GRAPHISOFT, Alglob, Meyer holsen piano, Trimble
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta casa da una segunda vida al material de construcción. Situada en los suburbios de Poznań, en medio de la intersección de exuberantes bosques, campos de cultivo con edificios agrícolas y viviendas unifamiliares en rápida expansión.
Los antiguos graneros de origen alemán todavía constituyen gran parte del paisaje circundante. Son edificios de ladrillo simples, con proporciones equilibradas y detalles precisos que se han conservado realmente bien. Hoy, la mayoría de estos graneros están abandonados y en ruinas. A pesar de las condiciones que revelan su edad, todavía se destacan claramente entre los nuevos edificios.
Durante el proceso de diseño, se trató no solamente de inspirarse en la arquitectura local, sino re-usarla directamente. Se compró y desmanteló un antiguo granero abandonado en un pueblo cercano, se transportaron los materiales al sitio para reutilizarlos en la construcción de la nueva vivienda. Así este punto de partida fue determinante y provocó un cambio significativo en el enfoque del diseño, en la arquitectura y el desarrollo sostenible.
La proximidad del bosque era una gran ventaja para la vivienda, pues la hermosa vista de la vegetación de los alrededores es impactante. La planta baja incluye un espacio común que incluye cocina, comedor y sala de estar, todos los cuales tienen grandes aberturas de vidrio con vistas al bosque.
La altura en la cocina y el salón, alcanza los 5 metros, intensificando la sensación de estar en el bosque. En este espacio de doble altura se insertó un volumen en su parte superior que contenía un dormitorio, aseo y vestidor. Este módulo "levitante" crea una suspensión sobre la planta baja, que protege la terraza de la lluvia y proporciona una sombra cómoda. Colocar el garaje en el medio de la casa puede parecer una solución inusual, pero conecta directamente con el hall de entrada, el lavadero, la sala de calderas y el almacenamiento. Sobre este se sitúan las habitaciones de niños y un ático adicional.
Los ladrillos reutilizados se ocuparon para crear la nueva fachada. Este material histórico y envejecido proporciona a la fachada un efecto especial. Esta fachada consta de cuatro tipos de conectores de ladrillo con diferentes niveles de talla y transparencia. Los detalles de la fachada enfatizan las distintas zonas de la vivienda. Las paredes de ladrillo abiertas permiten la visibilidad y la conexión visual con el entorno. Esta disposición de la fachada fue uno de los grandes retos durante la obra ya que los albañiles tuvieron que adaptarse a las técnicas tradicionales de construcción.
La forma simple de la casa no compite con la fachada tallada, al contrario enfatiza su belleza. Con esta intervención, y gracias a su reciclaje, se le concedió al material original una segunda vida, al mismo tiempo que se le da a la nueva vivienda un valor arquitectónico adicional.